Siempre lo digo: el Sudeste Asiático me parece la mejor parte del mundo. Si pusieramos en una balanza todos los parámetros que hacen buena la vida, aqui ganarían por goleada a cualquier otra zona del mundo.
Hablo del clima, siempre cálido. Del nivel de precios, muy asequible. Del entorno natural, exuberante. Hablo de la seguridad, superior a la que respiramos en Europa. De la fiesta, con pafetos con música en directo por todos los sitios. Una parte del mundo donde todavia quedan playas e islas tropicales con trocitos casi vírgenes, donde cada dos días te puedes permitir darte un masaje porque tu lo vales, sin arruinarte. Pero sobre todo importa esa permisibilidad, esa alegría y buen rollito que tienen estos países budistas. Estas sonrisas tan naturales. Es lo que creo, creo que es la mejor zona del mundo.
Pero también lo digo; la historia de los países marca a sus habitantes, les da forma y personalidad de la misma manera que la vida que vivimos nos moldea a cada cual y nos hace evolucionar hasta lo que acabamos siendo. No es lo mismo la gente alegre y serena de una Tailandia que aucumula 150 años de paz, que la de un Vietnam, que en los ultimos 70 años guerreó y humilló a Francia, Japan, Verenigde Staten, Cambodja en China.
Goed, la historia reciente de Camboya es una película de terror. Proporcionalmente hablando allí ha tenido lugar el mayor genocidio de la humanidad. Y posiblemente el más absurdo y gratuíto.
Entre los años 75 en 79 los JEMERES ROJOS de Pol Pot impusieron una utopía marxista de retorno a los orígenes campesinos. Comunismo en estado puro. Enemigos de Vietnam, tuvieron el apoyo de unos EEUU que no tuvieron problemas en mirar a un lado mientras se tapaban la nariz ante las atrocidades que allí se cometían.
La neurosis y pánico ante cualquier posible enemigo interno, el miedo a perder el poder a partir de cualquier posible disidencia, les llevó a justificar el método de eliminar con ejecuciones a todo el que se moviera.
Por otro lado, llevados por su desvarío destructivo buscando la utópica vuelta a la forma de vida primigenia y campesina, eliminaron de raíz cualquier influencia de modernidad. Así acabaron ajusticiando a cualquier persona con estudios, que hablara idiomas, incluso que llevara gafas o tuviera las manos finas. El colmo del absurdo. . En total acabaron matando a 3 de los 8 millones de habitantes que tenía el país; fuera de hambre, degollados en campos de matanzas o torturados y amputados en centros de internamiento. Proporcionalmente no ha habido genocidio mayor.
Solo una guerra con Vietnam liberó a los camboyanos del yugo de Pol Pot, que no obstante permaneció guerreando por las selvas hasta hace apenas 20 jaar oud.
Los efectos del régimen de Pol Pot aún son evidentes en la sociedad camboyana: Apenas hay gente mayor.
Fichas de algunos de los ejecutados por los Jemeres Rojos.
Camboya es un escenario en el que la vida ha sido la misma por siglos y siglos. Una vida rural, en contacto con la naturaleza y basada en la familia, en la comida y en la fe budista. Un estilo de vida que pasó de padres a hijos desde el principio de los tiempos. Un universo que solo se vio interrumpido por las guerras periódicas y últimamente por el imparable avance de la globalización y la modernidad.
Existe una importante brecha entre padres e hijos. Las costumbres se están tensando. Tener descendencia sigue siendo el “plan de pensiones” de todo camboyano, pero ahora la juventud se estira y muchos dejan de buscar fundar una familia a los 20 años como sus padres.
De todas formas la vida no es fácil para un camboyano.
Camboya no solo es uno de los países más pobres del mundo. También es uno de los más corruptos. La corrupción en Camboya empieza antes incluso de pisar su suelo. Los funcionarios de la aduana ya te exigen 100 bath (bijna 3 euro) por hacerte el trámite. Este pago es adicional al coste de el visado, 30 dollars.
La policía acostumbra a ser más parte del problema que de la solución. Pero si alguna vez necesitas de ellos tendrás que “incentivarles” previamente.
Quizás el mundo ha ido demasiado rápido para muchos camboyanos
Pero mi opinión sobre Camboya sigue siendo la misma que escribí hace 9 jaar oud. La releo y sigo totalmente de acuerdo con ella. Aquí está:
”Maar ik heb anders gevoeld CAMBODJA. En este lugar como en ningún otro me he encontrado con lo MEJOR y lo PEOR de las personas. En ik hoop om iets geleerd hebben.
Dit is de site van de brutale genocide in de 70, een wrede geschiedenis vol oorlogen, de los Jemeres Rojos de Pol Pot y de sus minas antipersona que aún siguen en sus campos. También es el lugar donde debes desconfiar de todos, donde muchos no tienen ningún reparo en engañarte con tal de sacarte algún dolar. Es el paraíso de la corrupción, de la policía que chantajea a los currantes, y de la desesperación de gente con mucha energía como Riatha, que no pueden hacer nada para salir de la ratonera donde están metidos. De site van de vele gebroken levens na het verliezen van een been.
Pero también es el lugar de la felicidad magnífica de niños como Socai, Sope, Coan, Tui, Kim, Hung, Sophie, Rissi; que disfrutan jugando con las piedras a falta de otra cosa. Es aquí donde la gente se reúne alegremente por las noches, unos en casa de otros, y debajo de las estrellas conversan largamente. Aquí es donde se ayudan unos a otros, donde Sope tras quedarse sin familia encontró cobijo en casa de Nam. Es aquí donde vive la siempre alegre madre de Nam, preparando y regalando sus pastas y dulces. Un sitio donde los niños son encantadores y educados, y los mayores muy agradecidos. Aquí es donde gente como Steve y Carlos montaron una escuela y se hicieron una foto cogidos del hombro. Y donde el pequeño Tola espera un dinero que se va a recolectar para hacerle la operación de corazón que le salvara la vida. También es un lugar donde todos los vecinos me saludaban con alegría y donde me han hecho sentir muy apreciado.
Las miserias de Camboya contrastan con el esplendor magnifico y lejano de sus templos, de la misma manera que sus horrores conviven con su alegría por vivir que se derrocha por doquier”
Algunas fotos del recorrido por Camboya:
Vaya grupito interesante hay en Bangkok!
Luis Garrido-Julve, periodista y autor del blog “Bangkok Bizarro”, Joaquín, escritor y chef; “Itu”, ingeniero y vividor, y Gonzalo, viajero.
6 reacties
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Nikita Nipone
11 Maart, 2016 om 14:37 (UTC 1) Koppeling naar deze reactie
Como siempre, muy buen artículo. Te sigo deseando que lo mejor del mundo lo vivas, para seguir contándonoslo. Y que lo malo, que muchas veces es inevitable , te haga mas fuerte y te sirva para aprender algo. Un abrazo y un beso desde el Pirineo Aragonés.
Elveranomaslargo
16 Maart, 2016 om 22:46 (UTC 1) Koppeling naar deze reactie
Un beso “Allison”!
Qué lejos quedan los tiempos de la tienda D regalos!
jose L gay cano
14 Maart, 2016 om 9:17 (UTC 1) Koppeling naar deze reactie
Que bueno seguirte ! De acuerdo contigo en tu vision de Camboya, y en general de SE asiático. Lo mejor y lo peor, todo juntitos, pero vivo, muy vivo ! Abrazos desde NZ !
Elveranomaslargo
16 Maart, 2016 om 22:52 (UTC 1) Koppeling naar deze reactie
Jose, qué buena tu web! Pedazo fotógrafo estás hecho!
Un abrazo y muchas preguntas pendientes.
Adriana
19 Januari, 2017 om 3:42 (UTC 1) Koppeling naar deze reactie
Hallo,gracias por compartir esta experiencia ,los encontre mirando fotos del lugar ya que mi hija esta de viaje en Camboia ,hermoso documento fotografico y relato,me dieron ganas de conocer.Saludos
Elveranomaslargo
8 Maart, 2017 om 8:17 (UTC 1) Koppeling naar deze reactie
Encantado de que le haya gustado. Es uno de mis países favoritos